viernes, 18 de junio de 2010

La verdad es que estoy a mil, pero hoy me relajé un tuve mi tarde de chicas.

Por empezar fui a lo de mi hermana. y comimos y charlamos como hace rato que no lo hacíamos. Hace bien la charla femenina. Y más entre hermanas, porque hay mil cosas que no hace falta que no expliques. Te sentís menos sola sabiendo que, al final, estamos todas más o menos en la misma.

A la tarde una cafecito con las chicas del colegio. Es bárbaro cambiar un poco de aire para resfrescar las relaciones laborales y encontrarte desde otro lugar. Claro que terminás hablando del colegio, de los chicos, que qué macana que no hay ningún padre potable, que no te creas, que mirá el padre de fulanito que ojo con el tío de menganito... y así entre carcajadas y reflexiones profundas se te fue la tarde.

un poco de cosas de chicas para contrarestar el atacaso de fobal.

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