viernes, 27 de abril de 2012

Songs of freedom (¡dígale NO a la estandarización!)

No es casual que la chica haya llegado deseosa de inventar palabras y hacer "su arte" que es el juego que viene ocupando muchas de sus tardes. Hacer arte para Cata puede ser desde un dibujo hasta pedirme diferentes objetos y hacer una especie de escultura, tendría que mostrarles fotos para explicarles en que consisten esos happenings pero transcurren en un segundo y luego los desarma para crear otros. Ayer por ejemplo me pidió una cinta, me robó la manguera del nebulizador, se sacó sus aros (unas argollitas mínimas) y ató todo e hizo lo de siempre en sus procesos creativos:  lo miró, lo remiró y exclamó "mirá, hice un arte"... al rato cuando llegó el padre le dice "¡parecés una bulandria!" "y ¿qué es una bulandria, Cata?" "es como una calandria, pero bulandria, la podemos llamar Micaela ¿la dibujamos?" (para estas cosas lo engancha a Andrés, sabe que yo soy de madera) y así empezaron, ella le indicaba como era cada parte del cuerpo, el papá dibujaba para que pueda "crayonarla" (acto y efecto de pintar con crayón).
Tampoco es casual que cuando la acosté me pida que le cante "muñeca chiquitita" y que el repertorio halla terminado con redepmtion songs, que es su canción, porque se la cantaba en la panza y recién nacida era la única canción que la calmaba cuando estaba nerviosa (Eva también tiene la suya, es good riddance de green day y no falla. Mi hna mayor me recomendó cuando estaba embarazada, que elija una canción que me guste y no me canse, que se la cante para que luego sea mi "caballito de batalla", les aseguro que no falla) Les decía, no fue casual ni el ataque artístico ni la necesidad (de ambas) de acunarnos con Marley, con su cadencia dulce y pacífica para ella y por mi parte repasar su letra, recordarla, gustarla y recordar (y gustar) su mensaje de liberación.
¿Qué por qué tanta cosa? nada más y nada menos que volvíamos de un cumpleaños de uno de sus amigos... ¿extremista me dicen? ¿acaso pensaban que un cumpleaños de tres es un lugar amplio, una torta con granas de colores y acaso una tía pesada que te quiere besuquear? no queridos, no es nada de eso. Imaginen 20 niñitos entre 2 y 3 años, con algunos colados de entre 5 y 10, más sus "mamis", agreguen música estridente al taco (onda boliche que no escuchás al que tenés al lado, y ni siquiera una cerveza o el estímulo de adolecente de que te chamulle alguno y tengas que acercarte haciendote la distraida), ah! y un animador mandando consignas TODO EL TIEMPO y luces de colores y flashes onda boliche (otra vez) y los 20 gurrumines pidiendo, suplicando que los dejen ir a los juegos y el animador (que la verdad no sé como hacía para tener TANTA energía, todo el tiempo bien bien arriba) prometiendo que "si se portan bien vamos de premio a un rato de juego libre". tremendo, no? o soy yo?
Los miraba y recordaba las lecturas que estoy haciendo sobre la educación como "estandarizadora" (maquina de hacer chorizos, ilustró Waters) y pensaba "ni en un cumple pueden divertirse y ser chicos"... en eso estaba cuando un papá me dice "y? se lo vas a festejar a Cata?" se ve que mi cara era muy elocuente o el sr era adivino o estaba tan aterrado como yo. Dudé, miré con cara de "mmmmmno sé" y aprovechando que los niños tenían su rato de juego libre (con lo cual la música había bajado considerablemente) me despaché "yyyy, no sé.... no se si me gusta esta onda de cumpleaños de pelotero, tan desperzonalizado, donde todo está tan reglado" y para mi sorpresa, las dos mamás que estaban cerca asentían con la cabeza y el tipo me dice "a mi tampoco....pero es así la cosa...vos no te querés caer en el sistema, no?" La charla se intrrumpió no me acuerdo bien por qué (no se si algun niño vino llorando,  o si arrancó la música o qué) pero yo me quedé pensando en que este señor tiene razón, en que esta cosa de masificar las cosas no me va, que me gustaban más los cumpleaños "de antes" donde uno se empachaba con chizitos y coca y eso era la felicidad y no hacía falta las luces de colores, ni el humo (por que casi me olvido, también hubo humo) y uno conocía a la familia del chico, y las abuelas te pellizcaban los cachetes... y se gastaba mucho (pero MUCHO menos)
Por suerte volvimos a casa algo aturdidas pero con sus ganas de crear y mi rebeldía intactas y mientras le cantaba "emancipate your self..." me daba cuenta que aunque las cosas estén de este modo, aunque la maquina del consumo está prendida y deseosa de víctimas, todavía se puede educar para la libertad. :)
 http://www.youtube.com/watch?v=i4S4I1VyWpU me gustó esta versión, viene con letra y con artista callejeros.

lunes, 16 de abril de 2012

Silencio

Mientras yo preparaba un video por los tres meses de Eva, una amiga perdía a su bebé. Su segundo bebé, su segundo ángel en el cielo. Se desarma el corazón y la verdad, no entiendo, no puedo entender...Junto con el deseo de volar para estar al lado de mi amiga me atormentaba la pregunta "¿por qué?" y certeza "no entiendo nada".
Y se me entrevera algo que escribiera Alelí estos días acerca del entender, claro que ella hablaba de un hecho artístico pero yo lo pensaba en general ¿entendemos y nos alivia? ¿entendemos y controlamos aquello que resumimos en una idea? (aquí se me aparece el loco de Nietzsche) No sé, no se si saber el porque de la perdida de un hijo puede atenuar el silecio, el agujero que deja.
Por mi parte veo a las mías, sanas, grandes y no puedo más que dar gracias a Dios, hasta de manera tímida entendiendo que son un regalo, un milagro.
Y no puedo dejar de pensar en ella, una madre cuidadosa, amorosa, fuerte como pocas... pensaba en su dolor hondo y mis ganas de quedarme al lado, de no espantarme, de sostener de la manera que sea requerido. Por ahora rezando, por ahora valorando y callando, dandole lugar a su silencio pero disponible para lo que desee.
Y celebrando de alguna manera la vida, no me quiero dejar vencer por la muerte, quiero respetar pero me niego a que un manto lúgubre cubra todo. Quiero darle tiempo al dolor y darle tiempo a la alegría. No quiero que (ni para mi ni para nadie) la muerte nos robe las caricias de la vida.