sábado, 5 de junio de 2010

El templo del azulejo

Todos tenemos un "lugar seguro", es ese lugar que casi es una extensión tuya, porque ahí pensás, hacés lo que te gusta, "Te conectás con tus emociones" diría una amiga (o algo así, algún día hablaré de ella...)
Si para las viudas e hijas ese templo del azulejo era el baño, para mi es la cocina...lo descubrí esta tarde cuando un montón de hombres cambiaban un caño de mi refugio (por Dios, suena muy a telo). Caño que no sé ni como ni cuando se rompió.
En cuanto pueda, lo recupero... prometen dejarlo limpio, sacro y sin perdidas... estoy fantaseando con irrumpir al grito de "volveremos" con el puñito en alto...o un "hasta la Victoria siempre"...pero mejor no, se me está pasando la calentura... a veces la bravura es directamente proporcional al enojo.

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