martes, 14 de febrero de 2012

Confesiones

De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia... que ganas de escribir tenía, pero  la falta de tiempo por las demandas de as niñas no me dejaban sentarme. Pero resulta que hace unos 12 años dejé el convento (como les conté hace justo un año) y hoy se los conté a las amigas del blog y Lupita me dice "quiero post" (¡¡¡Gracias Lupi!!! me sentí como un rock star que le piden un bis, GRACIAS)Gracias no sólo por lo que se refiere al mundo escrito sino porque ¿a quién no le gusta que le diga "uh que interesante, contame!"? así que gracias otra y otra vez.
Bueno, cuento entonces: la cosa se remonta a unos mas o menos 20 años atrás, a los 12 más o menos se me ocurrió la idea por primera vez, yo quería amar. Sí, así nomás. Yo me acuerdo que escuchaba una canción de misa que decía "mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando" y pensaba/sentía "yo quiero eso!" Me contacto por carta con unas monjas y con muy buen tino me dieron  información de lo que hacían y me dicen que era muy chiquita, que siga con mi vida de  pre adolescente y que ya iba a llegar el día en que, si esto era algo más que una ilusión, se concretaría...
Y así arranqué mi adolescencia lo más lejos posible del estereotipo de "premonja", con toda la rebeldía del mundo y con ese impulso de "me hago monja" sepultado.
A los 17 me cambio de colegio por un tema guita, iba un colegio laico y paso a uno religioso y  conocer a las hermanas desempolvó mi memoria, mis ganas.
Me apasionaba la idea de la entrega máxima, de dar todo, de amar con todas las fuerzas. Siempre me sentí muy "regalada", siempre supe y aprecié todas las cosas lindas que tenía, una casa, una familia, amigos. Me sentía fuerte, capaz de dar un poco de todo eso a otros, otros que no lo tuvieran. Que no tuvieran lo material y no tuvieran lo afectivo. Pensaba en tantos chicos solos, en tantos viejos olvidados... así son los 17 años, uno tiene la mirada como con un zoom  y se siente con la capacidad de darlo todo.
Sobre todo me atraía, como les decía, la idea de amar a fondo. Me parecía que para mis aspiraciones el "amor humano" quedaba chico, me tiraba de siza (¡ignorancia la mía!)
Y así empecé un caminito, primero con las hermanas del colegio, fui y lo conté y pensaba (ilusa de mi) que era como anotarse en la facultad, "hola quiero entrar...claro querida ahora sos monja". Gracias a Dios no es así, se pasa por todo un proceso de discernimiento afuera y adentro.
Para conocer de cerca a las hermanas del colegio iba a visitarlas a menudo y empecé a cuidar a una monjita que estaba internada en el htal. gandulfo. Me acuerdo que en pleno sol de verano me iba a la hora de la siesta a acompañar a Marcian, una francesa de unos 80 años y conocí todo un mundo de hospital, de una pabellón de gente, muchas solas (¡eso era lo que más me impresionaba!¡cuánta gente sola!)
La cosa con estas hermanas no funcionó, había algo, todavía no puedo precisar qué, que no me cerraba, me gustaba ir al hospital pero cuando iba a la casa de ellas no me sentía "como en casa". Así que lo encaré al cura de la parroquia y le dije "yo quiero ser monja, estas no me gustan" (era más caradura que ahora y más dispuesta a expresar las cosas sin filtro) y el cura me dio un teléfono y me contacta con las "hermanas pobres bonaerenses de San José", pedazo de nombre. Llamé, concerté una entrevista y me llevó mamá hasta Muñiz, entro en la casa y ahí sí. Me sentía como en casa, todo lo que me contaban de la madre Camila (la fundadora, una criolla de 1800) me encantaba y sentí "esto es para mi!" A la siguiente visita me llevó papá...una hora de auto...larga hora, la primera vez que lo veía al viejo llorar en silencio, más que silencio, manejando mudo. Yo quería ingresar "ya" y las monjas me frenaban. Y está bien que así fuera, la idea era entrar bien, ni escapando de nada ni tras espejitos de colores y eso se ve en el tiempo...tiempo que fue muy breve, 2 meses. El 11 de mayo con papá, mamá y Luz viajé a 25 de mayo, ya para quedarme con una alegría que no me cabía en el pecho, un impulso y una fuerza que sólo te la dan los 18 años y estar enamorado. Y estaba enamorada de Jesús, de sus enseñanzas, de su amor al 100%.
¡Lo que extrañé ese primer año! ¡lo que lloré no tener a la familia cada día! pero a pesar de eso estaba contenta. Las hermanas de esta congregación son muy piolas en cuanto a lo que es la formación, nada de presiones, acompañar, dar herramientas. Tanto que hice el magisterio, trabajé en los colegios de las hnas, y junto con eso y paulatinamente actividades mas "de monja"... y así pasaron 3 años.
Cuando llegó el momento de dar un paso más definitivo me empecé a sentir mal, primero físicamente, andaba triste, descolocada y no sabía decir por qué. Y ahí apareció la Madre Agueda en acción, en ese momento Madre general (capa de tutti) y me dice "mirá,  te queremos mucho, andás muy bien, pero estás triste m´hijita, y así no podés estar, Dios nos quiere felices y a lo mejor este no es tu lugar" y yo le decía que me quería quedar "hagamos una cosa, volvete a tu casa, fijate como te sentís, estateflia y amigos, hace la vida de una chica de 21 años común y corriente y si en un año querés volver, yo misma te recibo"... ´
La verdad, en ese momento sentí un alivio increíble, evidentemente yo no podía ver que no quería seguir ahí y me tuvieron que ayudar a descubrirlo. Es más, antes de salir tuve una entrevista con una psicóloga (ya ven que estas monjas rompen paradigmnas de  conventos antiguos que quieren "atrapar" adeptas) y seguí yendo unas cuantas sesiones después, porque claro que me supuso un duelo.
Y pasó un año, y pasó otro y lo conocí a Andre y el resto de la historia se la imaginan, o la conocen. Lo lindo es que el sueño de amar  se cumplió, que la entrega completa también se cumplió, que aprendí que no hace falta estar en un convento para amar, para ayudar, para crecer, para acompañar soledades, para encontrar a Dios en las cosas chicas y grandes.
Hoy otra vez doy gracias a esas monjas sabias, abiertas, humanas que me enseñaron a ser coherente, a saber que la voluntad de Dios está sobre todo, donde sos feliz :).
pd: les dejo esta canción de Cafrune, que no tiene NADA que ver con el post, pero que cada vez que pienso en "vueltas" me la acuerdo y me la canto. Tiene una letra preciosa y la escuchaba mientras les contaba http://www.youtube.com/watch?v=uQSNwG7dq1U
pd 2: gracias Lupita!