sábado, 17 de julio de 2010

¡sì! (un posteo sensiblón)

son las 23.15 y yo me siento tan cansada como si fueran las 5 de la mañana.
Me preparé un mate. Mi marido me mira raro "es que necesito un ratito de quietud, fue un día fuerte"... yo tengo mis ceremonias y el mate amargo preparado en exclusiva para mi es una de ellas. Una vez mi hermano me decía en chiste "vos rompés los paradigmas de que el mate es sinónimo de compartir" (a propósito de que le explicaba que el mejor amargo era el que me preparaba sola). Creo que el negro se equivocaba, el mate lo comparto conmigo misma. Me charlo un rato o trato de escuchar mis silencios.
Antes de caerme del borde de lo esquizofrénico les cuento mi día. Fue un día de confirmaciones. de un vuelta al "Sí"...ahora que lo pienso fue una semana de vuelta al sí (en sí?).
A la mañana fui al instituto a llevarme las notas, a encontrarme con la gente (que hoy sentí que eran un poco "mi" gente) Es loquísimo como trabaja la cabeza, hoy era el primer día de muchos que iba sin tener que rendir nada, y estaba dispuesta, contenta relajada. Era también un día de cierre, así que estábamos un poco todos con espíritu balance.
La cosa es que sentì clarito una vuelta al camino. Un decir "sí" a la carrera, ya desde un poco más de conocimiento, desde alguna lágrima derramada, desde haberme preguntado "¿qué hago acá?"... fue lindo, me preguntaron a ver como me sentía con la carrera y que palabra lo definía y dije que era decir sí a mi presente, un hacerme cargo de que quiero ocupar un día ese rol y ya desde hoy vivir de verdad ese camino (¿qué tul?)
Con la alegría de saberme confirmada me fui a un té de chicas, sin la beba, solita ¡qué bien me hizo! hablar todas a la vez y escucharnos, observarnos ya con 13 (o 12?) años de egresadas con el mismo cariño y risas, con esa confianza de sabernos queridas y aceptadas.
Y volver al nido, y ver a mi hijita y a su papá, mi hombre, esperándome, contentos de mi "contetura" y abrazarlos y sentir otra vez "sí, quiero!"

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