lunes, 24 de enero de 2011

Los yuyos de mi tierra

Achicate, hermano, no busqués la loma,
andá por los bajos, pisá el trebolar.
No temás el charco, que el agua es playita,
y el barro del campo no sabe ensuciar.
Si querés altura, mirá las estrellas,
donde anida el rumbo que conduce a Dios.
No negués tu rostro al ala del viento,
ni cubrás tu frente por no ver el sol.
NO VENDAS DISTANCIA POR COMPRAR SOSIEGO,
NO DEJÉS TAPERAS DESPUÉS DE ACAMPAR.
TENÉ FE EN LA HUELLA, BUSCA EL HORIZONTE,
DE SEGURO UN DÍA LO HABRÁS DE ALCANZAR.

Florecé a los vientos como lo hace el cardo,
que llegado a seco, libera el pompón.
No apurés la historia, no arriés tus banderas,
confiá en tus hermanos como ellos en vos.
Vení, matearemos despacito juntos,
me hablarás de lucha, te hablaré de fe,
y al final del día nos daremos cuenta
de que en igual senda andamos tal vez.
CUANDO EL SOL SE VAYA Y LA TARDE CAIGA,
SE ABRIRÁN LOS OJOS, AL PARTIR EL PAN.
Y ENTONCES SABREMOS QUE POR EL CAMINO,
NOS VENÍA ARRIANDO EL DIOS DE LA PAZ.

De Mamerto Menapacce (algunos dicen que se la escribio al Padre Mugica)

No hay comentarios: