lunes, 10 de enero de 2011

Confieso...

“¿y si falla? Porque puede pasar… y quedás hecha m….”
Y si falla, falla! ¿Pero quién te quita lo bailado? Ya aprendiste sobradamente que nadie se muere de eso. Ya te demostraste que podés…y además ¿Quién le pone fecha de vencimiento? ¿Quién te dice q va a fallar? ¿Y si fuera al revés y te la perdés por cagona?
Sabés que tengo mil defectos, entre ellos que soy señorita enamoramiento…y así me ha ido. Y me han cortado la cara, y he jurado amor eterno con 15 años… y al otro día no sabía de que disfrazarme para explicar que la eternidad había terminado… y algunas veces fue más profundo, otras no tanto ¿sabés que aprendí? que siempre, siempre, siempre valió la pena haber querido, (aún a ese pelmazo que conocí en tu cumpleaños ¿te acordás? Bueno hasta a ese, valió la pena). Porque lo que se juega es nuestra capacidad de ver tesoros en el otro, lo que se juega es nuestra capacidad de disfrute, nuestro buen ojo para querer aún cuando el otro no es el príncipe azul.
Si Neruda confiesa que ha vivido, yo confieso que he amado, que me jugué por “ver qué onda” porque la cosa no está en el happy ending sino en el camino andado.
¡Si te vieras por un instante como te veo yo! Te veo llena de vida y de posibilidades, te veo como una mujer completa con mil cosas para dar y la apertura necesaria para recibir, te veo alegre, compañera, linda…con un defecto: que no sabe cuánto merece ser querida y tratada como corresponde. (Lo bueno es que este defecto se soluciona fácil: animándose)
¿Y si falla? Que falle, siempre y cuando disfrutes el recorrido y quien te dice que esta vez sea distinto a tantas otras.

No hay comentarios: