lunes, 3 de octubre de 2011

Yo, me, mi, conmigo

Hoy me vi a mi misma dentro de unos meses...esos flashes que uno tiene imaginando. Me vi con una beba chiquita, con Cata dando vueltas y con la cabeza cambiada, enfocada en otro lado. Es que ya cocnozco la experiencia, o mejor decho, me conozco a mi en esa etapa. Cuando tenés un bebé de menos de un año sos algo así como una leona con la cria y el interés más imperioso es la supervivencia del cachorro y la conservación del nido. Bah, no me gustan las normas tan generales, por lo menos así lo viví yo. Y lo hice con gusto, lo hice de manera muy consonante con lo que sentía y me "salía" en ese momento, pero viendo a la distancia me doy cuenta de que no estaba efocada mi. A veces la naturaleza te marca el pulso y vos vas con ella naturalmente (valga la rebundancia)... ese era mi aprendizaje de aquel momento. Y me daba cuenta de que cuanto más disponible estaba (tanto fisica como emocionalmente) a la bebé cuanto mejor andaba la cosa. Lo más lindo era que no me pesaba, no por ser "LA madre", sino porque era una bola de instinto...pasa el tiempo, las necesidades del crio no son tan imperiosas y aparecen otras...las tuyas. Y reemprendes el camino hacia vos misma.
Estaba volviendo a ese lugar, ya me estaba sintiendo a gusto, ya estaba contenta de ser yo, armonizando ser mamá, ser amiga, esposa, maestra, estudiante... Paradojicamente estar nuevamente a gusto en mi dio lugar al deseo de hacerle lugar a otro... y llegó rapidamente el embarazo. En cuanto quedé embarazada me empecé a imaginar disfrutando del estado, enérgica, con ganas, saludable, sin los miedos de la primera vez, mas grande, más centrada. Pero, como siempre, yo propongo y Dios dispone enseñarme otro camino... la cosa es que hace 6 meses y pico que quiero disfrutar de algo y ese disfrute no llega. No es falta de voluntad eh, lo intento. Pero mi organismo tiene una forma muy particular de reaccionar frente al embarazo y esa imagen de una mujer vigoroza con su panza llena de vida quedó bastante relegada. No quiero hacer una lista de mis dolencias porque no viene al caso, el tema es que yo imaginé algo y resultó otra cosa. Y admito que me pesa, o mejor dicho, me pesaba.
Caí en la cuenta esta mañana que ya llevo 6 meses y pico. Muy ricos por cierto, de mucho ahonde espiritual, de mucho descubrimiento, de mucho ver a la cara a mis deseos y de querer abordarlos (no es poco!) Entre mi descubrimientos estuvo esto de estar presente para el otro, de abrirse, de mirar sin prejuicios y descubrir sus tesoros.  Meses de mimar a Cata y de disfrutar de verla tan grande. Meses de mirar a Andrés (mirarnos a los dos) y ver todo lo recorrido juntos... Todo muy lindo, todo muy lindo... pero siento que a este recorrido le está faltando algo. Me siento como un guerrero que se prepara para una batalla grande (llamale parto, llamale meses sin dormir, llamale maternidad). Batalla gozosa y casi heroica pero no por eso menos esforzada. me doy cuenta de que ahora me toca prepararme ¿cómo? cuidandome, poniendome número uno, dandome gustos pavos y no tan pavos. Entendiendo que el dentro de unos meses María Eva (y Cata!) van a necesitar una madre entera, y si hace tres años aprendí que al principio lo que más necesitan es disponibilidad, también aprendí que la mejor mamá que les puedo dar es una mamá FELIZ. Así que así nomás (quedan avisados, je!) hoy empiezo mi entrenamiento, mi priorizarme, mi cuidarme para cargar pilas y más adelante tener "algo" que dar. Cocinaré más, comeré más rico, escucharé música, leeré a piaccere, dejaré lejos la culpa que me da estar de licencia, reiré con lágrimas, lloraré si hace falta, me dejaré mimar, mimaré... Estos meses que restan: yo, me, mi conmigo :)

6 comentarios:

Alelí dijo...

que belleza lo que te queda por vivir, entonces.

maravilla. nada más lindo que dejarse empapar por la vida y aprender, eso aprender y mover lo que haga falta.

bienvenida a todas las mujeres nuevas (vos incluida).

beso

Taio dijo...

¡Gracias Alelí! me siento de estreno... estrenando etapa y vida nueva en el más amplio de los sentidos.
Un beso grande

ojo vidrioso dijo...

Ahora sí, no te para naides! :)

Un beso

Taio dijo...

:) Naides Ojo! i´m gladietor jeje. un abrazo

Unknown dijo...

mis hijos tiene esa diferencia...mimate mucho, porque dentro de poco vas a saber lo que es tardar un hora para poder pasar la puerta de tu casa!! pero también vas a descubrir a la pequeñísima madre que hay en la mas grande, que puede llegar a quedarse un rato creyendo que es un muñeco...y podrás ir al baño en paz!!

Taio dijo...

GRACIAS!! ya me la imagino a mi gorda jugando a la mamá! grs por tu comentario :)