domingo, 16 de octubre de 2011

Mi vieja es lo más grande que hay

El día de la madre me lleva a dos lugares comunes e inevitables, mi vieja y mi propia maternidad.
Vas creciendo, vas conociendo otras madres, vas conociéndote vos misma como mamá y te das cuenta de que vos sos la mamá que sos en gran parte por la madre que tuviste.
Aquí podría enumerar el sin fin de virtudes de mi vieja y sus defectos. Espejarme en ellos y sacar sesudas conclusiones....pero no, no tengo ganas ¿saben en que no dejo de pensar? En que de mi mamá nunca escuché cosas como "como mamita nadie te va a querer" o "¡¡¡con todo lo que yo te diiii!!" y recién cuando estuve yo en situación similar supe los malestares y reposos de su embarazo, y no como pasada de factura sino como un "quedate tranquila, a mi me pasó y acá estás".
No se si ya lo conté, pero el mejor consejo a cerca de maternidad me lo dio mi vieja. No es una mujer de muchas vueltas ni de muchas demostraciones sensibleras, mas vale lo contrario. Es más bien austera pero de mucha profundidad... estaba yo embarazada de unos 8 meses y volvía espantada de una clase del curso preparto (por Dios.... en fin, a algunas deben estar buenas, no?) En la clase habían explicado todos los pormenores de la lactancia, sus dificultades, la forma de colocar al bebé, lo que podía o no doler, los cuidados necesarios y un sin fin de recomendaciones para una lactancia feliz y relajada. Obviamente ante el zunami informativo y mi incapacidad para retener todo me fui con una sola certeza: "yo con esto no voy a poder". Llegué medio pálida a casa, esa palidez que me agarra cuando me asusto. No se bien que esperaba de mamá, cuando me vio llegar me dice "¿pero que pasa hija?"..."nada vieja, es un bardo, yo no voy a poder, esto de la lactancia, que si tenés leche, que si se prende y cuantas cosas más, YO NO VOY A PODER". Ella, igual de seria, medio con pocas pulgas e impaciente (entiendo que no conmigo sino con todo el aparato montado en torno a las primerizas...o si, también conmigo por tragarme todo...que se yo) me dice: "Claro que vas a poder, vos sos la madre, SI que vas a poder"... de un golpe arrancó todos mis miedos y me revistió de una nueva fortaleza: yo era la madre, yo si que podía, yo tenía toda la fuerza del instinto de mi lado y nadie podía contra mi...¿les parece mucho? Pues resulta que no, resulta que ese sentirme protagonista capaz de semejante aventura me dio fortaleza desde ese momento, pasando por el parto, pasando por cada momento que la maternidad te presenta y cada vez que me siento perdida, angustiada o sobrepasada me digo "al carajo, yo soy la madre". Y se que no soy la mejor, se mis limites (putos y dolorosos límites) pero se que cuento con toda la fuerza natural que exige este momento y se que de alguna manera Dios sabe que madre le dió a mi Cata y a mi María Eva, con todas mis locuras e ignoracias y con mis virtudes también (que alguna debo tener, no? que tanto...)
así que hoy digo GRACIAS VIEJA, por darme la seguridad que necesitaba, por tu transparencia, por tu brutalidad a veces y por como dice el poeta tu "ternura varona de mujer de la mujer de campo"
 http://www.youtube.com/watch?v=FEozUNBukhs
pd: el link corresponde a un recitado de Osiris Castillo "canción sin cuna", lo recitaba mi primo José con su guitarra...todavía me hace nudo en la garganta.

5 comentarios:

ojo vidrioso dijo...

Madre ayer, hoy y siempre...

¡Feliz día para ambas!

Cariños

Me gustó el recitado (me hizo acordar a Atahualpa)

Taio dijo...

Gracias Ojo!
Este Osiris es bastante viejito, tiene varios recitados por el estilo.
Un beso

Taio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alelí dijo...

felicitaciones a toda esa cadena de mujerotas, entonces!

Taio dijo...

Gracias Alelí, felicidades ;)