lunes, 29 de noviembre de 2010

yo vengo a ofrecer mi corazón...

que cosa mas puta que es la muerte...
no me gusta poner "malas palabras" (como si muerte ya no fuera mala) pero les juro que no por donde arrancar.
Hace un ratito veo el mensajito del menseger de una amiga que decía algo triste, y la verdad es que no la veo hace mucho, esa gente a la que querès pero que tampoco se podría decir que es TU amiga. Personas que tenès cerca y compartìs momentos especiales de risa y no tanto. Gente linda. La cosa es que leí su nic name y con cierto reparo (pero sabiendo que quería estar) le digo "hey, vi tu nicname ¿cómo estás?"; al rato me contesta, que está "ahí", que falleció la mamá, que estaba enferma y que está triste.
No encuentro bien la palabra que describe el sentimiento que se me vino encima... creo que es empatìa, más claro y en mi idioma fue un sentir con, sentir con ella, estar ahí con ella pero desde dentro. Como un "yo estuve ahí y te acompaño" pero más vìvido, no un "me acuerdo que..." sino un "vamos juntas" ¿se entiende?
Claro que también empecé a recordar la muerte de papá, ese día y los que siguieron. Esa rebeldía e impotencia que me daba que me digan cualquier consuelo.
Como les conté alguna vez por este medio y mil veces a los que me conocen, papá la peliò hasta el fin y tuvo una "buena muerte"...eso me ayudó a afrontarlo pero que rebeldía, carajo.
Cuanto me enoja decir "buena muerte", la muerte no es buena, ni natural ni nada...y es cierto que nos vamos al cielo ( yo me lo imagino como una re fiesta) pero para los que estamos del otro lado de la fiesta, los que quedamos con el agujero nos duele y es para mi el mejor y màs claro ejemplo de que fuimos creados para vida. Y la muerte es corte, es parto y duele (mucho).
Volviendo al relato, a mi amiga sólo le dije que la abrazaba, que no quería agregar nada porque cuando fue lo de papi había entendido cuanto sobran las palabras a veces... me hubiera gustado poder expresarle que la acompaño, que aunque frente a la muerte uno sienta la soledad mas sola le presto un rato mi corazón para remarla.
fuerza petisa!

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