lunes, 4 de octubre de 2010

como se pasa la vida...

Ocho de la mañana, llego al cole y me encuentro con caras tristes. Me acerco a la bibliotecaria "Hola ¿todo bien?" me mira con lágrimas en los ojos "falleció la hija de M".
La hija de M era una chica de unos 36 años, con cancer, recién operada, casada y con una hijita de 4 años. M fue docente "histórica" del colegio, bibliotecaria durante el tiempo que compartimos. Una señora divina, alegre, acogedora, esa gente linda que te hace bien con solo estar ahí.
La muerte es tan puta como democrática, y nos llega a todos. Buenos, malos, simpáticos, lejanos... nadie zafa de la mortaja.
Me paralizó. Me dejó como baldeada por dentro.
Cuánto dolor hay por ahí y uno con nanas que no sabe donde poner.
Debe ser un mecanismo de defensa archi común porque ya lo he escuchado, pero mientras estaba tildada con el valdazo de agua fría encima pensaba: ¿qué pasa si mi vida termina así, mañana? ¿qué haría yo HOY si supiera que mañana no estoy más? ¿con cuánta intensidad me hubiera gustado vivir? ¿con cuánta verdad? ¿con cuánto amor?
Hice un escaneo general de mis dudas, de las cosas que hoy me angustian y solo pude llegar a una sola conclusión: si muero mañana quiero haber sido fiel a mi misma. Quiero poder decir con verdad que he llegado al fondo de las cosas o que lo he intentado (por lo menos), que no me quedé a medias. Que me jugué. Que no tuve miedo de amar.
¿Y saben qué? no tengo mas que una chance. Aún para los que comulgan con la idea de la rencarnación, que no es mi caso, esta vida solo es hoy.
Solo hoy tengo potestad sobre mi presente.
Me resuena desde hace unos días "Quiero ir nada más que hasta el fondo" (de Pizarnik). Solo hoy y para siempre me puedo dirigir allí.
Que no se me duerma el alma. Que no pierda de vista que mi tiempo es HOY.

No hay comentarios: